Cala Futadera, ubicada a unos 6 km al norte de Tossa de Mar, es un rincón encantador y natural de la Costa Brava, famoso por su acceso único a través de una escalera que desciende por un acantilado, ofreciendo una experiencia inolvidable. Conocida también como la “cala de los 300 escalones”, este trayecto revela una bahía de tonos esmeralda, rodeada de naturaleza pura. La cala, de 80 metros de longitud y 15 metros de anchura, se compone de arena gruesa y guijarros, y es un lugar popular para el fondeo de yates y embarcaciones de recreo, aunque carece de servicios para los bañistas y permite la práctica del nudismo. Es especialmente recomendable visitarla por la mañana, ya que la posición del sol por la tarde puede dejarla en sombra debido al acantilado que la protege.